MI EXPERIENCIA CON LA BICICLETA
Tengo 52 años, y hace 16 meses que me he retirado de la función pública donde me desempeñé durante 31 años.
Por qué inicio esta idea de esta manera?. Creo que una forma de explicar mi realidad actual es contar un poco como era mi vida antes de mi retiro, y como es ahora.
Debido a una actividad que es muy exigente en cuanto a horarios extendidos y a responsabilidades de toda índole, presiones políticas durante la mayoría del tiempo de mi prestación de servicios, no pude, o no supe cuidar o respetar un poco mi cuerpo.
Es por ello que cuando comencé a disfrutar de mi jubilación, sin tener una conciencia concreta de cómo, inicié una moderada actividad física en el gimnasio del Círculo Policial. Luego merced a invitaciones de amigos un día inicié, con un grupo de personas, una actividad llamada “Biciturismo”, que no es una actividad deportiva con una inclinación competitiva, sino recreativa. Entiendo que la bicicleta es un medio para que un grupo humano se desarrolle no solamente bajo una óptica física, sino para que también simultáneamente vivencie otros valores fundamentales tales como la mistad, la camaradería, la solidaridad, y el compañerismo entre otros.
Paralelamente al descubrimiento en un grupo de desconocidos de esos valores, comencé a “pedalear”. Al principio, no puedo negarlo, me costó bastante, ya que mi preparación era realmente mala. Hubo momentos en que el grupo llegaba a un destino, y yo lo hacía retrasado, o caminando, porque era difícil ir junto a personas que ya llevaban un tiempo en la actividad. Pero ya en ese momento empecé a ver detalles que hicieron que continuara, pese al desnivel físico. Cuando me retrasaba, o caminaba, siempre alguien sin decir nada especial, se retrasaba, o caminaba a mi lado, esto hizo que nunca me sintiera solo, ni menos que nadie. Cuando alguien tenía una dificultad con su bici, todo el grupo se preocupaba por solucionar su problema, y esto perdura en la actualidad.
Es así que con el paso del tiempo ya me integré completamente al grupo, es decir en las charlas, en las bromas, y también pude hacerlo sin darme cuenta en la condición física.
Qué trae aparejado todo esto? Ó Cuál es el cambio que experimenté si es que hubo alguno?. Realmente creo que es obvio decirlo, pero a mi edad, luego de muchos años de una especie de parálisis o inactividad física, poder decir que con solo siete meses de actividad continua en la bicicleta, tres veces por semana, puedo decir con “orgullo” que de a poco, si bien no he logrado un estado físico óptimo, estoy en condiciones de considerarme uno más del grupo en lo que al estado se refiere.
Son muchas las experiencias vividas en este tiempo, son muchas las anécdotas que se van acumulando, sin embargo algo que rescato como muy valorable, es que gracias a esta actividad pude encontrar el espacio y el tiempo para compartir con uno de mis hijos algunas salidas y compartir y vivir con él esfuerzos y risas que con mis otros hijos mayores no supe o no pude hacerlo.
Todas estas vivencias compartidas, para mí en este momento de mi vida son muy importantes, realmente significativas, y a ello debo sumarle que esta actividad contribuye a haber obtenido una saludable modalidad de vida, (porque así la he asumido), he aprendido que aún a esta edad, “se puede”, y uno se siente mejor.
Quizás sea menester reiterar o comentar que mis condiciones físicas no han sido las mejores, solo como mero comentario expreso que he padecido en mis últimos años de servicio, un principio de infarto que derivó en una internación hospitalaria, o una arritmia coronaria, por la cual también tuve que estar internado en unidad coronaria del hptal. El Carmen. Por esta situación estoy medicado a perpetuidad. Pero a esta altura de mi comentario, creo que es importante resaltar que mi médico me aconsejó que hiciera alguna actividad. Pues bien, he tratado de mantener mi actividad en la bicicleta. Esto, solamente esto, me hace sentir jóven, dinámico, sin ningún tipo de problema en mis afecciones, contento, sin mayores preocupaciones. Me inyecta la cuota de voluntad necesaria para que cada lunes, miércoles o sábado en que nos encontramos para disfrutar “el vicio” –como dice el profesor- aunque a veces no tenga ganas, siempre procure ir, porque internamente sé que esto me hace bien, tan es así que no he ido más al médico y me siento muy bien.
Nadie de los que me conocían podía llegar a decir que yo hubiera, por ejemplo, podido ir y volver hasta Cacheuta en bici, o ir desde Potrerillos hasta Tupungato y desde allí hasta Mendoza también en bici, u otras tantas salidas que hemos hecho. Basta con recordar que un día mi hijo me pidió que lo acompañara a dar una vuelta al lago del parque en bicicleta, mientras el corría, y casi me muero del esfuerzo, (esto unos meses antes de empezar esta actividad).
Por lo expuesto, y al pensar que mi humilde y feliz experiencia puede servirle a alguien como un simple testimonio, como corolario, digo … SE PUEDE Y TE HACE BIEN, INTENTALO!!!!!
Gabriel Jiménez
Tu ejemplo es para seguirlo. Seguí adelante
ResponderEliminarVoy a tratar por enesima vez de dejar un comentario, gabriel la verdad todo un ejemplo de que nunca es tarde, estoy tratando de que mi viejo siga tu rumbo
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